Listen "El Cordero ha vencido"
Episode Synopsis
El libro de Apocalipsis presenta, en su lenguaje simbólico, una visión grandiosa del conflicto espiritual que atraviesa la historia humana y revela, al mismo tiempo, la verdadera naturaleza de la victoria en el Reino de Dios. En Apocalipsis 12:9–11, Juan describe la derrota del gran dragón —identificado como la serpiente antigua, el Diablo y Satanás— quien es expulsado del cielo junto con sus ángeles. Aunque sigue activo en la tierra, engañando y acusando, en el ámbito celestial ya ha sido derrotado. Esa caída marca un momento decisivo: la proclamación en el cielo de que la salvación, el poder y el reino de Dios, junto con la autoridad de Su Cristo, han irrumpido definitivamente. El acusador, quien día y noche señalaba las fallas del pueblo de Dios, ha sido arrojado fuera. La victoria ya está decretada.Sin embargo, esta victoria no se expresa a través de poder militar, influencia política o logros humanos, sino mediante un camino extraño a los ojos del mundo: “Ellos lo vencieron por medio de la sangre del Cordero y por la palabra del testimonio de ellos, y no amaron sus vidas, llegando hasta sufrir la muerte”. Es una victoria que se sostiene en la obra redentora de Cristo y en la fidelidad perseverante de su pueblo.La reflexión sobre este texto invita a preguntarnos qué significa realmente “ganar”. En la vida cotidiana, el concepto de victoria suele asociarse con logros visibles, recompensas o reconocimiento. Ejemplos como el del atleta Iván Fernández, quien en lugar de aprovechar el error de su contrincante prefirió actuar con integridad, muestran que a veces perder en términos humanos es ganar en términos de carácter. Su decisión de hacer lo correcto, aun cuando parecía contraproducente, tuvo un impacto más profundo que cualquier medalla. Esto contrasta con nuestra tendencia a buscar atajos o resultados inmediatos, recordándonos que la verdadera victoria no siempre se manifiesta en la forma en que el mundo la entiende.Esta tensión entre los criterios del Reino y los criterios del mundo se intensifica en contextos de incertidumbre, como los días electorales en Honduras. Las emociones de ansiedad, temor o frustración pueden llevar a pensar que solo “ganamos” si los resultados visibles coinciden con nuestras expectativas. No obstante, Apocalipsis confronta esa visión limitada: el pueblo de Dios no está llamado a poner su esperanza principal en resultados humanos, sino en la victoria ya lograda por Cristo. La fidelidad, incluso en medio del caos, es en sí misma una forma de vencer.Las primeras iglesias que recibieron este mensaje vivían en un ambiente hostil. Eran comunidades perseguidas, marginadas, muchas veces empujadas a la pobreza por mantenerse fieles. Desde esa perspectiva, podían sentirse derrotadas. Sin embargo, la visión celestial les mostraba otra realidad: el dragón ya había sido vencido y la victoria de Cristo definía el curso de la historia. Su llamado no era conquistar por la fuerza, sino permanecer fieles, aun cuando ello implicara perder la vida. Como señala N. T. Wright, los seguidores del Cordero reconocen que fueron salvados por su sangre y que su entrega es el modelo que ellos también deben seguir. Esa fidelidad costosa es lo que gana la batalla.Así, Apocalipsis 12 presenta dos pilares de la victoria cristiana. El primero es la sangre del Cordero, que establece un triunfo definitivo sobre el mal. La iglesia no necesita fabricar una victoria, porque ya la posee en Cristo. Su tarea es vivir desde esa realidad. El segundo es el testimonio fiel, la disposición a sostener la verdad, la justicia y la esperanza incluso bajo presión. No es a través de “grandes logros” visibles que el Reino avanza, sino mediante creyentes que permanecen firmes a pesar de la persecución o la injusticia. Esta es la guerra del Cordero: una lucha que no se libra con espada, sino con fidelidad.En medio de elecciones, temores y tensiones sociales, el creyente participa en la victoria del Cordero no por imponer, sino por ser testigo. Significa votar con consciencia pero sin miedo, hablar con verdad sin promover división, y actuar con esperanza sin ceder al desaliento. Ser fiel puede costar comodidad, seguridad o popularidad, pero es precisamente esa fidelidad la que hace visible el Reino.La historia no está en manos del dragón, de los gobernantes o de circunstancias humanas. En Apocalipsis 5, cuando nadie parece digno de abrir el libro sellado —símbolo de la historia—, se anuncia que el León de Judá, que es también el Cordero, ha vencido. Él es quien gobierna el destino del mundo. Por eso, la iglesia no debe huir ni desesperarse, sino mostrar al mundo que su esperanza está anclada en una victoria mayor. La verdadera conquista no se logra con imposición, miedo o poder humano, sino siguiendo al Cordero en fidelidad, humildad y testimonio.El mensaje final es claro: el Cordero ha vencido, y nosotros vencemos con Él. Su victoria define nuestra identidad, nuestro llamado y nuestro futuro.
More episodes of the podcast Rompiendo Fronteras
Destronando a los poderes y potestades
23/11/2025
Entre la espada y la cruz.
16/11/2025
Venciendo el mal con bien
09/11/2025
Noche de adoración
05/11/2025
Mi reino no es de este mundo
02/11/2025
Mira al que traspasaron
26/10/2025
Cuando Dios es tu muralla
19/10/2025
Rompiendo el pecado y la opresión familiar
12/10/2025
Cuando la impaciencia reemplaza a Dios
05/10/2025
No prohíban que hablen en lenguas
28/09/2025
ZARZA We are Zarza, the prestigious firm behind major projects in information technology.