Un maestro de la ley se acerca a Jesús con una pregunta importante: ¿Como puedo alcanzar la vida eterna? Jesús le dirige contestarla por su propia cuenta porque el es el maestro de la ley. El responde bien por citar la ley fundamental de Moisés: que ame a Dios con todo su corazón…y ame también a su prójimo. El maestro de la ley sigue con otra pregunta de inmensa importancia: ¿Quién es mi prójimo? Y con eso, Jesús relata una parábola que explota la idea que nuestro prójimo es uno de nuestra familia, religión o tribu.
Homilía compartida a los fieles de la Iglesia de San Francisco, Cuenca Ecuador.

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