Umbral

15/12/2022 4 min
Umbral

Episode Synopsis

Escuche una descripción del estrecho vestíbulo de entrada y de la amplia rotonda que se encuentra en el corazón del Guggenheim.

Transcript
Male Narrator: [Traffic sounds and birds chirping.] Al entrar al museo, pasamos por una puerta giratoria de vidrio [whoosh of door]. De pronto, cuando entramos al vestíbulo de techos bajos desde el exterior, hay un cambio en los sonidos y la temperatura del ambiente.

El espacio en sí es pequeño. Los techos de 7.5 pies (2 metros 30 centímetros) de alto se sienten cerca y los sonidos que nos rodean parecen comprimidos. Al atravesar esta pequeña entrada, nos sentimos conectados a la tierra y profundamente conscientes de nuestra escala humana.

Al avanzar, sentimos una textura en relieve bajo los pies, casi como si camináramos sobre la boca de una alcantarilla. Se trata de un gran medallón de bronce de unos cuatro pies (1 metro 20 centímetros) de diámetro. Trazando la circunferencia del círculo, se lee un texto en negrita: “Que cada uno se ejercite en el arte que conoce—Aristófanes”. En el centro del sello, unas formas geométricas se entrelazan sobre una imagen de la Tierra en relieve. Y un texto más pequeño dice: “Este museo, diseñado por Frank Lloyd Wright, es obsequio de Solomon R. Guggenheim”. [Light music begins.] Se siente la rugosidad del medallón bajo los pies, pero también puede que se sienta la superficie resbaladiza del bronce, que brilla por el pulido ocasionado por tantos pies que ingresan y salen del museo.

Unos pasos más adelante, el techo bajo que se cierne sobre nosotros se abre de repente [echoing footsteps and voices]. Hay un cambio extremo en el sonido, la luz y el campo de la perspectiva visual al abrirse frente y sobre nosotros un espacio amplio, semejante a un cilindro ancho y hueco, que presenta una rampa continua que va escendiendo en espiral por las paredes, coronada por un enorme tragaluz u óculo a 96 pies (unos 30 metros) de altura. Se trata de la rotonda del Guggenheim.

[Light music with stings and xylophone begins.] Visualmente nos recuerda a la plaza de una ciudad por donde se pasea la gente. Está rodeada por una rampa de concreto de un cuarto de milla (unos 400 metros), que conforma una espiral que asciende, ensanchándose a lo largo de seis pisos hasta el tragaluz. La rampa continua se encuentra interrumpida por una columna de miradores en forma de semicúrculos salientes, que recuerdan los palcos de un teatro perfectamente dispuestos unos sobre otros, retrocediendo ante el espacio que tienen arriba.

La estructura en sí no es tan alta, pero la gran cantidad de luz y el amplio espacio que nos rodea logran que parezca monumental. Ingresar al museo tiene que ver con la experiencia del movimiento, [music stops] con la transición desde el espacio abierto del exterior a un espacio interior pequeño y, de ahí, nuevamente a otro espacio amplio. Estas compresiones y expansiones ocurren una y otra vez, repitiéndose en el espacio a medida que la escala va cambiando.

Al detenernos en la rotonda, es posible que de inmediato echemos la cabeza hacia atrás para captar el brillo que nos baña desde el tragaluz. La rotonda que tenemos enfrente contiene una completa demostración de espacio, luz y sonido [light music with xylophone begins.] Nos vemos atraídos hacia el centro de esta catedral del espacio, la emblemática rotonda, el corazón del Guggenheim Museum.