El fiat de María vive en cada fiat personalCuando el Hijo regala a los hombres su oración personal al Padre, que Él mismo a su vez ha recibido de su Madre, el fiat recibe su amplitud propia, su carácter católico, eucarístico: vive en cada fiat personal que es pronunciado en la comunidad del Señor.(Del Comentario) Nuestro Dios, el creador del universo y que nos dona el ser, no considera sus dones como algo celosamente suyo que entra estáticamente en las criaturas: al igual que una pieza de oro o un campo o un objeto cualquiera que puede cambiar de propietario, y subir cambio, mejoras o empeoramientos, pero sus cambios no son tan profundos al pasar de un propietario a otro. No, con los dones de Dios, –ya que como ya hemos visto en nuestro recorrido, el fíat de María es la unión del don de Dios «tu voluntad» y de la criatura «hágase de mí» en unión perfecta– con los dones que Él otorga, no pasa lo mismo. […]El fiat vive(Del Comentario) Al pronunciar las palabras del Hijo que las aprendió de María, resuena en nosotros, cobra vida, el fiat de María, su «hágase de mí según tu voluntad».Este «cobrar vida» o vivir quiere decir que estas palabras no solo expresan un deseo de nuestra parte, una oración, una petición «que tu voluntad se haga en la tierra como en el cielo», sino que estas palabras viven marianamente en nosotros […]El fiat vive en cada fiat pronunciado(Del Comentario) Si el fiat vive en cada fiat pronunciado, es que se trata de dos fiat diferentes. El de la Madre y el nuestro. Al pronunciar las palabras del Hijo y de la Madre, nosotros estamos sin embargo pronunciando nuestro fiat. […]–––––––––––––––-El episodio ha sido transmitido en el marco del programa «Vida consagrada» de Radio María España el 14.3.24.Descargue el libro Ancilla Domini Más textos en balthasarspeyr.org/es/publicaciones

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