Listen "Arte no objetivo, Hilla Rebay y la formación del Guggenheim"
Episode Synopsis
La curadora Megan Fontanella y el especialista en comunicación Stephen Grant conversan sobre los orígenes del museo y la dedicación al arte no objetivo de su primera directora, Hilla Rebay.
Transcript
Narrator: Hola, le damos la bienvenida a "El Guggenheim de la A a la Z."
Antes de que el Museo Guggenheim se convirtiera en la institución que hoy conocemos, se llamaba el Museo de arte no objetivo. Lo fundó en 1939 el empresario Solomon R. Guggenheim con la ayuda de la artista Hilla Rebay, que fue la primera directora del museo.
Siguiendo las recomendaciones de Hilla Rebay, la colección de arte de Guggenheim aumentó y se fue centrando cada vez más en las tendencias abstractas o no objetivas. Estas obras sentaron las bases de la actual colección de la institución y, con el tiempo, se construyó el emblemático edificio de Frank Lloyd Wright para albergarla.
En este episodio, la curadora Megan Fontanella y Stephen Grant, miembro del equipo de comunicación, profundizan en la definición de “arte no objetivo”.
Megan Fontanella: Me llamo Megan Fontanella y soy curadora de arte moderno y procedencia del Guggenheim. Y “procedencia”, para quienes no les suene, es el estudio de la historia de la propiedad de un objeto a lo largo del tiempo.
Stephen Grant: Me llamo Stephen J. Grant y mi trabajo se sitúa entre las comunicaciones interna y externa del museo.
Fontanella: Creo que este término, “arte no objetivo”, es un tanto complejo. Muchas veces me preguntan: "¿En qué se diferencia la no objetividad, o el arte no objetivo, de la abstracción?" Porque a primera vista se parecen mucho. El término “arte no objetivo” surgió a principios del siglo XX. En realidad, fue el artista ruso Alexander Rodchenko quien lo acuñó, y lo hizo al aplicar el apelativo de pintura no objetiva a las obras que produjo hacia 1918. Y se trata de una modalidad de arte abstracto que suele utilizar formas geométricas, aunque no siempre. De modo que vemos círculos, triángulos y cuadrados sin ninguna relación con el mundo natural.
Así que, si pienso en la pintura no objetiva por excelencia, una obra que me viene a la mente es la "Composición 8" de Vasily Kandinsky, que pertenece a la colección del Guggenheim. Y esta obra data de 1923. Por aquel entonces, Kandinsky acababa de llegar a la Bauhaus, la célebre escuela de diseño y artes aplicadas. Y había adoptado este lenguaje más geométrico. Se trata de una obra donde vemos un círculo muy dominante y radiante en la parte superior izquierda y una serie de líneas y cuadrículas, garabatos y cuadrados. Es todo un entramado o universo de marcas que en realidad no evocan nada del mundo natural.
Bueno, claro que puedo contemplarlo y pensar: “Esto se parece al sol” o “Esto podrían ser montañas”, ya sabes, esos triángulos a lo largo de la línea del horizonte". Y quizás algo que evocaba estos temas rondaba por la mente de Kandinsky mientras pintaba esta obra. Pero, al mismo tiempo, es una composición puramente no objetiva y abstracta. Y él la tituló "Composición 8," lo cual verdaderamente destaca el interés de Kandinsky por la música. Cada persona la entiende de una manera diferente, ¿cierto? Tal vez te levante el ánimo, tal vez te confunda, tal vez te dé alegría.
La cuestión es que, aunque la abstracción puede aludir a formas naturales (quizás veas la sugerencia de una montaña, un río o una persona reconocible en ese cuadro aparentemente abstracto), el arte no objetivo es totalmente abstracto. No representa objetos, personas o temas concretos que podamos encontrar en el mundo real.
Grant: La primera vez que escuché el término “arte no objetivo” fue en relación con Hilla Rebay.
Fontanella: Hilla Rebay fue la directora y curadora fundacional de nuestro primer museo, cuyo nombre no era otro que el de Museo de arte no objetivo. La propia Hilla Rebay era artista. Era una artista nacida en Alemania que practicaba el arte no objetivo.
at guggenheim.org/audio
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Narrator: Hola, le damos la bienvenida a "El Guggenheim de la A a la Z."
Antes de que el Museo Guggenheim se convirtiera en la institución que hoy conocemos, se llamaba el Museo de arte no objetivo. Lo fundó en 1939 el empresario Solomon R. Guggenheim con la ayuda de la artista Hilla Rebay, que fue la primera directora del museo.
Siguiendo las recomendaciones de Hilla Rebay, la colección de arte de Guggenheim aumentó y se fue centrando cada vez más en las tendencias abstractas o no objetivas. Estas obras sentaron las bases de la actual colección de la institución y, con el tiempo, se construyó el emblemático edificio de Frank Lloyd Wright para albergarla.
En este episodio, la curadora Megan Fontanella y Stephen Grant, miembro del equipo de comunicación, profundizan en la definición de “arte no objetivo”.
Megan Fontanella: Me llamo Megan Fontanella y soy curadora de arte moderno y procedencia del Guggenheim. Y “procedencia”, para quienes no les suene, es el estudio de la historia de la propiedad de un objeto a lo largo del tiempo.
Stephen Grant: Me llamo Stephen J. Grant y mi trabajo se sitúa entre las comunicaciones interna y externa del museo.
Fontanella: Creo que este término, “arte no objetivo”, es un tanto complejo. Muchas veces me preguntan: "¿En qué se diferencia la no objetividad, o el arte no objetivo, de la abstracción?" Porque a primera vista se parecen mucho. El término “arte no objetivo” surgió a principios del siglo XX. En realidad, fue el artista ruso Alexander Rodchenko quien lo acuñó, y lo hizo al aplicar el apelativo de pintura no objetiva a las obras que produjo hacia 1918. Y se trata de una modalidad de arte abstracto que suele utilizar formas geométricas, aunque no siempre. De modo que vemos círculos, triángulos y cuadrados sin ninguna relación con el mundo natural.
Así que, si pienso en la pintura no objetiva por excelencia, una obra que me viene a la mente es la "Composición 8" de Vasily Kandinsky, que pertenece a la colección del Guggenheim. Y esta obra data de 1923. Por aquel entonces, Kandinsky acababa de llegar a la Bauhaus, la célebre escuela de diseño y artes aplicadas. Y había adoptado este lenguaje más geométrico. Se trata de una obra donde vemos un círculo muy dominante y radiante en la parte superior izquierda y una serie de líneas y cuadrículas, garabatos y cuadrados. Es todo un entramado o universo de marcas que en realidad no evocan nada del mundo natural.
Bueno, claro que puedo contemplarlo y pensar: “Esto se parece al sol” o “Esto podrían ser montañas”, ya sabes, esos triángulos a lo largo de la línea del horizonte". Y quizás algo que evocaba estos temas rondaba por la mente de Kandinsky mientras pintaba esta obra. Pero, al mismo tiempo, es una composición puramente no objetiva y abstracta. Y él la tituló "Composición 8," lo cual verdaderamente destaca el interés de Kandinsky por la música. Cada persona la entiende de una manera diferente, ¿cierto? Tal vez te levante el ánimo, tal vez te confunda, tal vez te dé alegría.
La cuestión es que, aunque la abstracción puede aludir a formas naturales (quizás veas la sugerencia de una montaña, un río o una persona reconocible en ese cuadro aparentemente abstracto), el arte no objetivo es totalmente abstracto. No representa objetos, personas o temas concretos que podamos encontrar en el mundo real.
Grant: La primera vez que escuché el término “arte no objetivo” fue en relación con Hilla Rebay.
Fontanella: Hilla Rebay fue la directora y curadora fundacional de nuestro primer museo, cuyo nombre no era otro que el de Museo de arte no objetivo. La propia Hilla Rebay era artista. Era una artista nacida en Alemania que practicaba el arte no objetivo.
at guggenheim.org/audio
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