El sí de María como obedienciaSu sí coincide, como tal, con la obediencia. Si ella elige el sí como forma de vida, entonces elige la obediencia como vida. Haciéndolo, ella también se desapropia de su cuerpo. Se lo ha regalado a Dios, como ha hecho con todas las cosas, ya no puede disponer de él ni tampoco regalárselo a un hombre. Pero ella no podría servir perfectamente con su cuerpo si al mismo tiempo no pusiera todo lo que posee en ese servicio. Todo lo que le es propio le será requerido por la tarea. Poniéndose ella misma a disposición de la tarea, al mismo tiempo y necesariamente pone a disposición todo lo que tiene. […]Del comentarioLa respuesta no es nada fácil mirando a nosotros, solo puede ser vislumbrada mirando a María. Ella, como leíamos “elige la obediencia como vida”.Para ver cómo la obediencia elegida por María sigue estando en armonía con su libertad, es más, es su realización más perfecta, podríamos comparar esta elección a la de dos enamorados que deciden casarse. Se aman, simplemente, perdidamente, mas saben que para que este amor sea fecundo se le debe proteger y amparar, y este amparo es el matrimonio; […]–––––––––––––––-El episodio ha sido transmitido en el marco del programa «Vida consagrada» de Radio María España el 17.8.23.Descargue el libro Ancilla Domini Más textos en balthasarspeyr.org/es/publicaciones

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